TRUEQUE INTERIOR BONAERENSE - MONEDA DE RED DE TRUEQUE (TROCO) CANJE DE MERCADERIAS Y-O SERVICIOS PROVINCIA DE BUENOS AIRES, REPUBLICA ARGENTINA
RARE, CIRCA 1999
El trueque y su auge
Instancia superadora del deshumanizado mercado capitalista, en pos de la recuperación de valores sociales solidarios en la economía y, por lo tanto, en oposición al concepto de maximización de utilidades; o retroceso a formas más elementales de operaciones económicas, estrechamente vinculadas al violento proceso de desarticulación social, político y económico que vive la Argentina, estos pueden ser, en forma extremadamente resumida, los dos extremos de un espectro creciente de análisis, elaborados a partir del veloz crecimiento de los clubes de trueque, a lo largo del país. Según los últimos informes disponibles el fenómeno alcanza a 5000 clubes que comprometen la participación de más de dos millones y medio de personas; colocando a la Argentina a la cabeza mundial en la reorganización de esta modalidad de intercambio.
Del primer “nodo” –sede donde se realizan las ferias- en 1995, se pasó a 17 en 1996, 40 en 1997, 83 en 1998, 200 en 1999, 400 en 2000, 1800 en 2001, hasta alcanzar los 5000 actuales. Se estima que diariamente se abren 30 nuevos “nodos” .
La sola enumeración de estos datos señala una estrecha vinculación entre el crecimiento del trueque, en la Argentina, y la agudización de la crisis con sus efectos sobre el desempleo y los niveles de ingresos. En el partido bonaerense de San Martín se detectó que el 58% de los participantes se encuentran desocupados, y de ellos el 66% asegura que la actividad del trueque es fundamental para obtener los elementos básicos para su subsistencia .
Esta renovada versión de una vieja práctica económica, se organiza a partir de los llamados nodos, espacios sociales para el intercambio de bienes y servicios autorizados según estrictas normas del grupo . Los nodos pueden operar entre ellos y cada uno es representado por un coordinador electo por los miembros participantes. Como veremos, no siempre es así. Su organización espacial es similar al de las ferias, con puestos instalados ordenadamente en un espacio común, desde los cuales ofrecen sus productos y servicios. Cabe destacar que los bienes ofrecidos no son necesariamente de elaboración propia. Escuelas, iglesias, centros culturales y otros espacios públicos son el continente desde donde los nodos despliegan su particular dinámica.
Sus inspiradores han desarrollado una terminología ligada a la moderna sociedad de la informática. Redes, nodos y hasta el concepto de prosumidor tomado del “futurólogo” norteamericano Alvin Toffler, autor del libro La Tercera Ola (1980), buscan resignificar una práctica económica que está asociada a un pasado primitivo.
Para integrar estos clubes de trueque se requiere el pago de una suma de dos pesos, único momento en que aparece la moneda de curso legal; hecho que desde la organización se justifica para cubrir gastos específicos, y que en una sociedad como la argentina, donde la actitud de desconfianza hacia las instituciones es moneda corriente, no deja de provocar comentarios, si bien aislados y sin probados fundamentos, respecto a las dudas sobre el destino del dinero recaudado.
Diferencias internas derivaron en dos grandes redes, la Red Global del Trueque –con sede en Bernal- y la Red de Trueque Solidario, que hoy reagrupan a la mayoría de los ‘nodos’ (…) del país, cuyo funcionamiento es independiente y horizontal. Si bien aún se realizan algunos intercambios directos, el trueque entre ‘prosumidores’ –productores y consumidores- funciona de manera ‘multirecíproca’ por medio de una ‘moneda social’, no convertible, denominada ‘crédito’. Esta moneda, emitida por los clubes para evitar los inconvenientes del trueque directo y facilitar el intercambio, es el eje de una lógica económica diferente .
La aparición de esta nueva moneda paralela a la oficial, que se suma a los múltiples bonos emitidos por distintos gobiernos provinciales, ha tenido su efecto en la economía formal, reemplazando en algunos lugares a los casi extintos pesos, circunstancia que la lleva a funcionar como moneda local. Algunos municipios han aceptado el pago de impuestos a través de estos créditos, a la vez que son utilizados en la compra o alquiler de viviendas, y aún de campos, y hasta en programas vacacionales. Recientemente un juez de familia autorizó a un padre a pasar alimentos en créditos para su hijo.
Cada crédito asume el valor de la unidad monetaria nacional, y la valía del artículo o servicio lo establece libremente el productor en referencia con el mercado formal.
Para la Red Global del Trueque
Aun la red no tiene grupos de discusión que busquen consensuar las “fórmulas” para establecer el valor de las cosas, nos manejamos con grupos heterogéneos donde prevalece mas lo intuitivo que lo justo. Y en estos momentos estamos con el tema de la “reventa” dentro de la red que provoca una desviación del valor de algunos artículos de primera necesidad. Esto se esta neutralizando con compras comunitarias .
La falsificación de créditos y la especulación en los precios, son vicios que se filtran en el nuevo sistema.
El Estado parece asumir una actitud dual respecto a este nuevo fenómeno social. A la vez que en numerosos lugares brinda su apoyo, no le deja de causar preocupación el crecimiento de una economía paralela, con moneda propia y, hasta el momento, con escasa capacidad de supervisión, aún en cosas tan elementales como las condiciones en que se encuentran los productos alimenticios que se ofrecen. Por su parte, la total independencia de estas redes del mismo Estado, comienza a manifestar su costado problemático como en el caso de las falsificaciones de créditos, actividad que no puede penalizarse porque no es un delito tipificado .
Pero no fue sólo el Estado el preocupado por esta actividad. Numerosos comerciantes intentaron gestiones ante el poder político, aduciendo verse afectados en su empresa. Finalmente, ante la realidad de un vertiginoso desarrollo del trueque, los propios comerciantes comenzaron a participar del mismo con productos de sus negocios.
Entre otros, la Red Global del Trueque postula los siguientes principios:
* Nuestra realización como seres humanos no necesita estar condicionada por el dinero.
* Sostenemos que es posible remplazar la competencia estéril, el lucro y la especulación por la reciprocidad entre las personas.
* Creemos que nuestros actos, productos y servicios pueden responder a normas éticas y ecológicas antes que a los dictados del mercado, el consumismo y la búsqueda de beneficio a corto plazo.
* Los únicos requisitos para ser miembro de la Red Global de Trueque son: asistir a las reuniones grupales, capacitarse y ser productor y consumidor de bienes, servicios y saberes, en el marco de las recomendaciones de los círculos de calidad y autoayuda.
* Creemos profundamente en una idea de progreso como consecuencia del bienestar sustentable del mayor número de personas del conjunto de las sociedades .
En la actualidad el fenómeno del trueque ha cobrado auge no sólo en Argentina, sino también en países como Uruguay, Colombia, México, El Salvador, Perú, Bolivia, Brasil y Chile. Aún países centrales, como Canadá, Estados Unidos, España, Finlandia, Bélgica, Gran Bretaña, Holanda, Francia y Japón, alejados de las crisis latinoamericanas, han visto crecer esta economía del trueque dentro de sus propias fronteras. Así los términos van cambiando de país en país. Los clubes del trueque argentinos equivalen a los tianguis en México, los SELs en Francia o el Ithaca Hours en los Estados Unidos; los créditos son los talentos en Colombia o no dines en España.
Para Heloisa Primavera el modelo argentino se caracteriza respecto al resto por la emisión de una moneda social casi desde sus inicios, el desarrollo de lazos comunitarios a partir de encuentros semanales y de las propias jornadas de trueque, y la “configuración abierta en Red, a partir del momento en que los intercambios se empiezan a hacer entre varios clubes que se reconocen y se organizan en su autonomía. Los participantes construyen una doble pertenencia, a su Nodo o Club de origen y a la Red como un todo, afianzando una nueva pertenencia múltiple”.
El trueque y la crisis local en Aguirre
En la ciudad de Olavarría por disposición municipal se legalizaron formas no ortodoxas de comercialización, acordes con la crisis, como la venta directa de leche no pasteurizada de los tambos a los hogares urbanos. Las plantas procesadoras pagan un máximo de 20 centavos a los productores, y el litro de leche envasada se vende a más de un peso en supermercados. Ahora el producto se ofrece a 50 centavos al público, envasado en botellas plásticas de gaseosa. La oficialización por la comuna de tal práctica, que ya era frecuente en todo el interior bonaerense, despierta polémica en los medios sanitarios.
Asimismo ante la falta de salidas laborales y las crecientes carencias alimentarias, el trueque pasó a ser una opción importante en toda la zona, con apoyo oficial. En la ciudad cabecera y poblaciones del interior del partido se multiplican los nodos a los que acude una población variada. La nueva actividad está siendo incorporada en las prácticas cotidianas.
En Aguirre de forma espontánea la gente intercambia: productos de la huerta por huevos caseros, mermeladas por ropa, empanadas por azúcar. El trueque vino a estructurar una conducta ya existente, con matices diferenciales. Una vecina así lo relataba:
M: ¿De la verdura de la quinta te queda algo para vender?, ¿no las vendes en el centro?
S: No, ahora no, salvo muy personalmente. Ahora como que está más nuevita pero tenía una acelga así, algunas como que nos truequeamos, ponele, la que tiene huevos cambia por la acelga…. y así. Porque no quieren cobrármelos, dicen, me los truequeás por la acelga, o yo te doy los huevos y me mandas acelga, perejil, como entre… compañeras…
El neologismo truequear como término nativo (y no el trocar castizo) se define por la complementariedad de lo cambiado (”la que tiene huevos cambia por acelga”) e implica una forma de reciprocidad que evita la deuda jamás paga de la dádiva (“Porqué no quieren cobrármelos…”) transformando la transacción en equivalente (Mauss, 1979).
El trueque no se vive, sin embargo, como una forma de intercambio normal, sino excepcional, solo justificable por la crisis. Uno de nuestros informantes, panadero, nos decía que el trueque no anduvo en Aguirre porque no hay miseria suficiente. En Olavarría en cambio, sí, lo que aseguraría el éxito de los nodos.
Los dos nodos
Existen en Aguirre dos clubes de trueque, nacidos casi simultáneamente, a los que llamaremos Nodo del Bajo y Nodo del Alto, intentando reflejar sus connotaciones clasistas, justificables tanto desde el punto de vista estructural como por su lugar en el sistema de representaciones local.
El Nodo del Bajo, llamado Nodo 2002. Nace de la experiencia de su creadora, Mercedes, quien frecuenta trueques en Olavarría y, a instancias de un primo, se propone inaugurar un club en Aguirre.
-Yo tengo un primo en Olavarría que hace más tiempo, casi desde que se inició que está, y siempre que me veía me decía: tenés que llevar el trueque a Aguirre, pero yo andaba ocupada en otras cosas.
Y después empezó por tantas necesidades que había acá. Yo, primeramente fue mía, pero no era solamente mía la necesidad, vi que era de muchos, así que dije voy a probar, voy a ver. Primero me metí yo, digamos, para hacerme socia del trueque. Y empecé a ir a Olavarría y me dice mi primo: porqué no te formás un nodo allá, que con 27 personas armás uno. Y bueno, asi que le pregunto cómo tengo que hacer y como que no me presenté a los coordinadores que vienen de Bs. As. a hacer franquicias directamente porque mi primo se hizo cargo de todo, me llevó los papeles porque él sabe que yo acá no tengo cómo…
La iniciativa se gestó en reuniones en la modesta casa de la mujer, hechas tras una larga caminata casa por casa, de la que resultaron 62 socios, más que el mínimo de 27 exigido. Toda su familia la apoya, comenzando por el esposo que en una ocasión ofreció su camión para, pago de combustible mediante, trasladar prosumidores aguirrenses a poblaciones vecinas. Ésta parece la red preferida del grupo de Mercedes: las localidades cercanas, aunque es inevitable la convocatoria a gente de la capital del partido. El primo de la mujer que le planteó la idea utiliza su combi para trasladar gente de Olavarría al nodo. Otro primo, cantante de orquesta, llevó con urgencia los papeles a la ciudad cabecera.
Mercedes reconoce que gracias al trueque conoció a todos sus vecinos. Las visitas fueron demoradas, explicando la iniciativa a veces durante horas. Ahora tiene su propia clientela, gente que no fue al otro trueque.
Pragmática, Mercedes se adscribió a las dos redes de trueque presentes en la Olavarría, especulando con las ventajas de ambas.
Ellos vinieron, los de Bs As, e hicieron la franquicia. Yo entrego todo: tengo que llenar una hoja con los datos de los socios, entonces yo mando todo eso, fotocopia del DNI y $2 tenía que cobrar a cada persona. Yo cobraba $3 porque me dieron un papel que yo cobrara $3, yo para la franquicia tenía que mandar $2 y $1 me quedaba para mí, que es lo que yo me manejaba acá con fotocopias, con teléfono, todo eso. Y me mandaban 50 créditos para cada persona. Pero en Olavarría, cuando mi primo me hace esta propuesta, en Olavarría había un crédito local. Habían abierto un crédito local también. Y justo es el coordinador principal el que me presentó en Olavarría, tanto del arbolito como del local , asi que asocié para los dos. En el local se entregaban 60 créditos con el mismo dinero.
En su club circulan las dos monedas sociales vigentes que se aceptan indiscriminadamente. Su accionar sorprendió al otro grupo, que pensaba haber sido original en su iniciativa. Cuando éste intentó lanzarse, ya buena parte de la población estaba asociada, y no se permite pertenecer a dos nodos simultáneamente.
Y sabés que hubo un problema porque cuando traje el trueque acá, sin saber que el delegado, con una gente de acá que tienen campo y eso, estaban por traer el trueque a Aguirre. Pero ellos, claro…ellos hacen reuniones en la escuela. Cuando yo hago esta reunión del trueque acá, como que sorprendió a todo Aguirre. Pero yo sin saber. Entonces medio como que se enojaron de que yo traía el trueque a Aguirre. No podía ser. Porque siempre los mismos que están en esa comisión son los que hacen y deshacen en Aguirre, organizan todo. Entonces… Y pasé muchísimas hasta que pude hacer. Y le dije: no voy a bajar los brazos
Mercedes disputa con el grupo del Alto el uso del local público más cotizado el pueblo: el Club Social (V. Etchichury 2000). Lo consigue, primero por avatares climáticos que inhibieron la inauguración del otro trueque, luego por organización. Reclamó ante el delegado municipal:
Entonces fui a hablar con el delegado a ver porqué, si el trueque no estábamos hablando de que era solidario. Y la señora que traía el (otro) trueque es una señora de Hortensias que es doctora. Vinieron los de la radio, los de la TV para cuando el otro nodo que se iba a hacer. Entonces le dije al delegado: ¿por qué no lo podía hacer yo? ¿porque no soy la señora de un doctor no puedo hacer eso acá? No, me dijo, quedate tranquila.
Los socios del Nodo del Bajo se reclutan mayoritariamente en el llamado otro pueblo o pueblo Gutiérrez considerado más pobre que Aguirre, o el centro . En la percepción local los dos nodos se identifican respectivamente con la pobreza y la riqueza.
En lo que todos coinciden es en el atractivo de la carne como principal elemento de trueque en Aguirre, rara en otras localidades. Mercedes diferencia sus mercaderías:
Y después ellos (el otro nodo) hicieron, sí, pero con mucha gente de….cómo te puedo explicar….del campo, y que no traen…Porque yo digamos lo formé con….la mayoría de mis socios traen alimentos. Lo que es carne, de todo y es lo que sale a buscar la gente de afuera. Desde gallina, mulita, peludo, todo sí. En cambio el otro nodo que se armó es mucha gente de plata y tenían muchos retratos…(pregunta al marido) ¿la señora de G., qué era lo que hacía?- Tapices.- Ahh…Claro la gente no busca eso, como está la situación la gente lo que busca es comida. Pero yo le pedí a la gente de Olavarría que trajeran mercadería, que es lo que precisamos la gente de acá. Porque acá es muy caro
El Nodo del Alto. Bautizado “Amigos de Aguirre” encabezado por el estanciero Lombardini, ex-empresario urbano. Sus promotores carecen de experiencia y no recurrieron al trueque por razones económicas, sino políticas. El delegado municipal, en el cargo desde 1984,. apareció cuestionado en el periódico de la zona por demorar la entrega de documentación. Como resultado la población se dividió a favor y en contra.
… porque acá, tenemos un pequeño problema. Ahora parece que está un poco más tranquilo, pero hubo un momento que había una división en el pueblo. . A consecuencia de eso tuvimos esa reunión con el intendente, porque… dijimos, ¿cómo puede ser que seamos tan poquitos y que haya una división tan grande en este momento?. Y entonces ¿qué podemos hacer? . Yo no quiero que en mi pueblo pase esto… porque soy nacida y criada, y yo quiero que todos estemos integrados y que todos seamos uno. Siempre fue muy difícil este lugar, como son los pueblos así, en todos lados pasa lo mismo. Entonces, este, bueno, íbamos a ir a Olavarría, pero coincidió que él (el intendente) tenía que venir a Aguirre, entonces, tuvimos una charla con él, y nos propuso que hiciéramos el Club del Trueque…(Mujer dirigente de grupo tradicionalista, esposa de encargado de estancia)
A falta de un órgano formal de consulta –como el Concejo Deliberante municipal– existe en el pueblo un grupo afín al referido funcionario. Lombardini, su líder virtual, lo definió como la peña, los notables o, jocosamente, “el Rotary de Aguirre”. Lo forman el referido estanciero y su esposa, directora de escuela, un encargado de estancia y su mujer, dirigente de agrupación tradicionalista, directivos de empresas consignatarias, profesionales, docentes y otras personas con militancia en asociaciones. No llegan a diez, pero con un considerable poder económico para la limitada dimensión pueblerina. Un negocio de veterinaria y peluquería es su lugar de reunión informal, y el local escolar su ámbito más institucional de deliberaciones. Son visualizados por el resto de la comunidad como un grupo de poder. Su propósito al implantar el trueque es explícito:
arrancamos a ver si podíamos hacer una actividad, era para calmar un poco a la población porque estaba un poco una…. ebullición, que venía dividiendo al pueblo y entonces, no, ¿qué hacemos acá?… (Lombardini)
Para poner en marcha el club del trueque son derivados hacia la localidad de Hortensias, con un buen desarrollo en ese sentido e integrada en la Red Global. Acuerdan establecer intercambio:
entre las ideas que salió… a ver… ¿qué pasaría con lo… con lo del trueque? Bueno. Nosotros no teníamos ni noción de cómo era el tema, y fue cuando nos comunicó el intendente, nos dijo que fuéramos a ver a esta señora, domingo a la mañana… Después nos explicó toda la filosofía, nos dio papeles, folletos, cómo era la mensualidad y todo eso y…. y una de las preguntas que yo me hacía, y que se la pregunté a esta señora, fue… ¿a usted le parece que con una población tan chiquitita puede llegar a funcionar? Si, si, tiene que funcionar dice… Ellos arrancaron con… no sé si con 10 ó 15, con 10 ó 15 socios y tienen más de 500 ahora (Lombardini).
El grupo instructor les gustó:
A mi me encantó ese nodo porque la señora, incluso es la señora del médico la que dirige el nodo de… de Hortensias. Y, este, una barbaridad el tipo de gente, bueno, todo todo, muy lindo, muy lindo. Muy lindo (Mujer, integrante de “!la peña”)
Superados los problemas de superposición con el otro nodo, la experiencia fue estupenda. Dos colectivos trajeron a los hortensienses en papel de compradores (los grupos que intercambian asumen uno u otro papel, nunca ambos).
Bueno fue… bárbaro… como (juntamos) como doscientas… doscienta y pico de personas… Y le interesa muchísimo a la gente de Olavarría, le interesa muchísimo… porque acá hay… (con énfasis) ¡carne! tanto de animales silvestres, como oveja, eso…. queso, no se ve, prácticamente en los trueques de Olavarría. Se desesperan. Porque, ya partiendo de la base que en los trueques el que… lo que… se comercializa, llamémosle así, el sesenta por ciento es comestible (Lombardini).
La carne de lanar fue aportada por un encargado de estancia. Las mujeres prepararon escabeche de vizcacha, hamburguesas de avestruz y milanesas de chajá. Los forasteros arrebataban la mercadería, que incluía también tortas, empanadas, panqueques, canelones. Como los del otro nodo, los organizadores se quejan de la falta de mercaderías aptas para llenar las necesidades de los prosumidores locales.
..se necesitan otras cosas, artículos de necesidad, como yerba, azúcar, harina, fideos, esas cosas que aquí, no haciéndolo acá, no lo tenés , entonces, ¿qué pasa? Que irremediablemente o te tenés que ir, a Olavarría, a Olavarría, o te tienen que venir de Olavarría. Y los que te vienen de Olavarría se hacen, tres, cuatro horas entre los viajes y lo que están acá, vienen a sacar provecho, no vienen como realmente..
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El segundo y último trueque del grupo del Alto no fue exitoso. Menos gente, esta vez de Olavarría, mercadería innecesaria para los aguirrenses, ansiedad por llevarlo todo. En la visión de Lombardini: “Vienen con los vicios ya… de la ciudad, porque en Olavarría hay tanta cantidad de… hay más de 150, y algunos son, inclusive se han, medio, como… degenerado un poco la cosa, lo hacen los coordinadores para beneficio propio de ellos…”
Según algunos testimonios el líder “no quiere pobres” y le molestaría el bajo nivel de concurrencia. Algunos vecinos se quejan de que, tras asistir, les sobraron créditos por no encontrar mercaderías aptas para cambiar. Otros descreen del trueque en sí y se ríen de los forasteros: “A los de Olavarría si les das un perro carneado se lo llevan ¡tienen un hambre!”.
El futuro
El auge del trueque parece haber alcanzado un techo y el control del intercambio se hace cada vez más difícil. En su forma tradicional el trueque implica necesariamente complementariedad y conveniencia mutua. Es un contrato privado y construye relaciones diádicas y, aunque admite el regateo, sus precios o equivalencias son mucho más estables que los del mercado. Son productos de la actividad económica de quienes truecan (por ejemplo entre pastores y agricultores) y se extienden por largos períodos, a veces generaciones. En nuestra sociedad, pese a las buenas intenciones de quienes ven en el trueque una alternativa al mercado, hay una relación determinada que condiciona a todas las otras. En la clásica formulación marxiana: “Es como una iluminación general en que se bañan todos los colores y que modifica las tonalidades particulares de estos. Es como un éter particular que determina el peso específico de todas las formas de existencia que allí se destacan” (Marx 1977:225).
El trueque moderno no se basa en la confianza, como el tradicional, y debe ser controlado y condicionado. En el caso analizado la complementariedad se hace difícil. Elementos de trueque urbano, como las artesanías ornamentales, no funcionan en un pequeño pueblo de campo. La ropa usada no compensa la oferta de carne de animales silvestres, producto de esforzadas cacerías de familias y jóvenes desocupados. Eso se vive. Lombardini, cabeza del Nodo del Alto reconoce:
lo vamos a tener que replantear muy bien, yo creo, el tema este, antes, de largarlo otra vez Y arrancamos ya en un nivel medio alto, y arrancamos entonces no podemos verlo así (rebajado de nivel).
Pero yo estoy viendo, yo estoy viendo que…. si no tenés una cantidad de gente, que se yo, por lo menos 150 personas, porque con la gente de acá solamente tiene casi todos la misma, el mismo producto…
No fue posible devolver la visita a los de Hortensias. No se consiguió juntar la gente para alquilar un colectivo, y siempre se tropieza con el problema de los caminos, intransitables ante cualquier lluvia. La gente del Alto se quedó en sus dos trueques, uno bueno y otro flojo. La del Bajo no sabe si va a seguir, si bien su radio de acción es más modesto y pragmático.
La disputa entre los dos trueques revela conflictos. El trueque del Bajo se arma a partir de necesidades primarias y su proselitismo se dirige a la mitad más humilde del poblado. En esa prédica la fundadora conoce en profundidad a vecinos que antes no frecuentaba. El nodo es obra de una familia emprendedora que utiliza el parentesco como vía de acción y se vale de su práctica en la actividad para implantarlo. El Nodo del Alto nace a instancias de la autoridad comunal y política para restablecer la unidad pueblerina alterada por cuestionamientos. Está a cargo del grupo de poder, elitista, que ingresa en el mundo del trueque, que desconocía, asesorado por otro grupo de élite. No consigue reciprocar la visita de sus instructores y su organización es visualizada por los pobladores como el trueque de los ricos.
El enfrentamiento de los del Bajo con ese grupo y la disputa por espacios puede vincularse al clima general del país donde la horizontalidad de las relaciones se impone y toda autoridad es cuestionada (Que se vayan todos). El grupo del Alto tiene su sede en un local de comercio ocupado por dos de ellos, así como en la escuela cuya asociación cooperadora dominan . El grupo del Bajo utiliza la casa de la fundadora y al pensar que no contaría con el club buscó sustitutos en galpones de ferrocarril o en una iglesia protestante. Lo que todos sienten como propio es el Club Social y discuten su derecho a utilizarlo.
En todo Olavarría en general se habla de decadencia del trueque. El cambio de productos manufacturados por los prosumidores no siempre es posible, y se necesita dinero para adquirir productos (como en todo trueque, V. Casaverde 1981:138). Hay otros problemas como la eventual presencia de artículos robados o sin el debido control sanitario.
No tenemos datos concretos de si los dos trueques de Aguirre se desactivaron. El del Alto parece desanimado al no poder mantener el nivel del primer encuentro. El del Bajo apela a recursos más modestos (vehículos menores, viajes a localidades cercanas) y había concretado cinco reuniones. Lo que aparece evidente es que el enfrentamiento entre ricos y pobres, la para muchos obsoleta lucha de clases, aparece por debajo y entreverada con la novedosa propuesta de solidaridad que alimenta teóricamente este tipo de transacciones.
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